De opinión

Las buenas prácticas y la familia 

 La unidad familiar, constituyen una fuerza de increíble valor para encaminar iniciativas sobre buenas prácticas de políticas públicas en materia de seguridad vial. Así como para que se preserve la salud y el medioambiente, que por efectos de los gases de invernaderos emitidos por los vehículos, producen graves daños.

La educación fundamental y el cultivo de los valores humanos más apreciables, precisamente se adquiere en el seno del hogar, bajo el techo donde cohabita ese grupo de personas unidas por los efectos más profundos, de acuerdo al ingeniero Mario Olguín autor del libro actores Seguridad Vial.

La declaración Universal de los Derechos Humanos define la familia como el núcleo o el epicentro donde se forma la sociedad o el país; sin entrar en la complejidad socio-jurídica de su estado y formación, de lo que estamos seguros en que contribuye al funcionamiento del sistema social.

Dice Olguín que es en el recinto familiar donde se aprende a dar los primeros pasos. Gatear, como le llamamos, caminar agarrado de la mano, hasta correr bajo los ojos protectores de los padres, que siempre atentos albergan el temor de que se sufra una caída.

Pero debo decirles estimados lectores a viva voz que el Estado está trabajando esa disciplina educativa, claro es un proceso, por consiguiente, tenemos que seguir luchando para que nuestra motivación agilice a los que tienen esa responsabilidad.

Pero reitero que hay que contar con la familia como el núcleo más importante de la sociedad para poder llevar a cabo iniciativas de esa naturaleza que procura de una manera un otra a cambiar el rumbo y futuro del país.

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