Desafíos de la educación dominicana: una mirada al sistema educativo actual
Esta carencia limita el acceso a una educación equitativa y contradice los principios de la educación inclusiva, establecidos en normativas nacionales e internacionales

Por Altagracia Guzmán
El sistema educativo de la República Dominicana ha atravesado cambios, desigualdades y anomalías durante décadas, convirtiéndolo en uno de los modelos de menor rendimiento en América Latina.
Según el último informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), los alumnos dominicanos, presentan grandes dificultades en lectura, escritura y razonamiento lógico-matemático, áreas fundamentales para una educación preuniversitaria sólida y para el desarrollo de habilidades necesarias en la vida diaria.
Aunque el Ministerio de Educación trabaja bajo un currículo por competencias que incluye cuatro áreas obligatorias: Lengua Española y Literatura, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, así como asignaturas complementarias como Educación Artística e Idiomas, estos elementos no logran cubrir por completo las necesidades intelectuales, culturales y tecnológicas que exige el país en la actualidad.
Otro reto importante es la infraestructura, debido a que muchas escuelas carecen de accesibilidad para estudiantes con discapacidades o condiciones especiales, lo que evidencia una brecha significativa en materia de inclusión.
Esta carencia limita el acceso a una educación equitativa y contradice los principios de la educación inclusiva, establecidos en normativas nacionales e internacionales.
La Constitución Dominicana define al país como un “Estado Social, Democrático y de Derecho”, y garantiza a cada ciudadano el derecho a recibir una educación integral, de calidad, permanente y en igualdad de condiciones, tal como lo establece el artículo 63 y la Ley General de Educación 66-97. Sin embargo, la realidad en las aulas muestra que aún existen obstáculos para materializar ese derecho en todas sus dimensiones.
Además, persisten normas escolares desactualizadas que no responden al contexto social actual.
Muchos estudiantes han expresado, a través de redes sociales y manifestaciones, su inconformidad con reglas que consideran arcaicas y que no reflejan las necesidades, inquietudes y formas de pensamiento de la juventud dominicana. Esto evidencia un choque entre un sistema rígido y una generación que demanda participación, diálogo y modernización.
La falta de adaptabilidad del sistema también se refleja en áreas como los idiomas, las artes, el pensamiento crítico y la educación cultural. Son disciplinas esenciales para formar ciudadanos creativos, competentes y globales, pero no siempre reciben el espacio ni los recursos necesarios dentro de la jornada escolar.
La República Dominicana sigue enfrentando dificultades en aspectos clave como accesibilidad, adaptabilidad y asequibilidad.
Superar estos desafíos, requiere estrategias integrales, inversión sostenida, voluntad política real y un compromiso profundo con el desarrollo humano. La educación es la base del progreso nacional, y mejorarla no solo es una necesidad: es una urgencia impostergable.



