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Niñez y justicia: Un llamado a la acción en su día Por Araceli Aguilar Salgado

“Garantizar los derechos de la infancia es una tarea de todos, no una excepción ni un privilegio”

MÉXICO.-Cada 30 de abril, México conmemora el Día del Niño, una fecha que busca celebrar la infancia, reconocer su importancia en la sociedad y destacar la necesidad de garantizar sus derechos fundamentales. Aunque la celebración está marcada por festividades, juegos y regalos, también debe ser un momento para reflexionar sobre las condiciones en que viven las niñas y niños en el país. A lo largo de los años, esta jornada ha sido utilizada para generar conciencia sobre temas clave como educación, salud, protección contra el trabajo infantil y el derecho a una vida libre de violencia.

Orígenes y significado de la fecha

El Día del Niño en México fue oficialmente establecido en 1924 por el entonces presidente Álvaro Obregón, en un contexto en el que los derechos infantiles comenzaban a tomar relevancia en el ámbito internacional. Poco después, en 1959, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó la Declaración de los Derechos del Niño, reafirmando el compromiso global de proteger y promover su bienestar.

Aunque la celebración varía en distintos países, en México ha tenido un impacto significativo, siendo una fecha que motiva la realización de actividades educativas y recreativas en escuelas y comunidades, con el objetivo de brindar espacios de esparcimiento y aprendizaje para la niñez.

La realidad de la infancia en México

Más allá de la celebración, es fundamental observar las condiciones en las que viven las niñas y niños en México. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el país cuenta con 36.2 millones de niños y adolescentes de entre 0 y 17 años, lo que representa aproximadamente el 28% de la población total. Sin embargo, muchos de ellos enfrentan desafíos estructurales que comprometen su bienestar y desarrollo.

Algunos de los problemas más graves incluyen:

Educación: El 15% de los niños en México no asiste a la escuela, ya sea por falta de recursos, distancia o necesidad de incorporarse al trabajo infantil.

Trabajo infantil: La tasa de trabajo infantil alcanza el 13%, con actividades en sectores como el agropecuario, el comercio y los servicios, donde los menores realizan labores riesgosas y poco reguladas.

Acceso a servicios básicos: El 30% de los niños viven en localidades rurales, lo que implica un acceso limitado a servicios de salud, educación y recreación.

Violencia y discriminación: La infancia mexicana enfrenta situaciones de exclusión y violencia, particularmente las niñas, quienes sufren discriminación por género, violencia en el hogar y acoso escolar.

Estos datos reflejan la necesidad de continuar trabajando en la implementación de políticas públicas eficaces, que garanticen la protección de los derechos de la infancia y su bienestar integral.

El papel de las políticas públicas y la sociedad

La infancia es un pilar fundamental en la construcción del futuro de un país. Sin embargo, persiste la visión adultocentrista, que considera a los niños solo como el futuro, en lugar de reconocer que son sujetos de derechos en el presente. Para avanzar hacia una sociedad más equitativa, es fundamental crear políticas públicas que incluyan la participación de niñas y niños en la toma de decisiones.

Organizaciones como UNICEF y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) han subrayado la importancia de escuchar a la infancia y desarrollar estrategias que garanticen su bienestar y protección. La educación, la salud y la seguridad deben ser pilares en el diseño de políticas que busquen mejorar sus condiciones de vida.

El Día del Niño en México debe ser más que una jornada de celebración; debe ser un momento de conciencia y acción. Si bien las festividades y los juegos son esenciales para la infancia, también es crucial recordar las desigualdades y retos que enfrentan muchos niños en el país. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de garantizar que cada niño y niña tenga acceso a oportunidades justas, a una educación digna, a un entorno seguro y a una vida libre de violencia.

Más que regalar dulces y juguetes, debemos regalar respeto, inclusión y justicia, asegurándonos de que la infancia sea verdaderamente protegida y reconocida como un pilar esencial en la construcción de una sociedad más equitativa.

“Un país que protege a sus niñas y niños no solo crece en cifras, sino en humanidad y justicia.”

Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero E-mail periodistaaaguilar@gmail.com

 

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