Trump respalda la reelección indefinida de Bukele

SANTO DOMINGO. – En medio del torbellino de críticas nacionales e internacionales que ha causado la decisión del Parlamento de El Salvador de aprobar la reelección indefinida que permitirá a Nayib Bukele perpetuarse en el poder, la administración de Donald Trump ha dado un rotundo espaldarazo a su mayor aliado político en Centroamérica.
“La Asamblea Legislativa de El Salvador fue elegida democráticamente para promover los intereses y las políticas de sus electores. La decisión de realizar cambios constitucionales es suya. Les corresponde decidir cómo debe gobernarse su país”, declaró un portavoz del Departamento de Estado.
La administración de Trump, que se convirtió en un firme aliado de Bukele después de que este le ofreciera su megacárcel del Cecot para recibir a deportados de Estados Unidos, ha decidido apoyar la reforma de El Salvador, un país que en los últimos meses ha visto exiliarse a una cuarentena de periodistas y defensores de derechos humanos y que ya cuenta con varios presos políticos, entre ellos la abogada Ruth López.
“Rechazamos la comparación del proceso legislativo de El Salvador, basado en la democracia y constitucionalmente sólido, con regímenes dictatoriales ilegítimos en otras partes de nuestra región”, insistió el portavoz del Departamento de Estado. Se trata de un viraje total a la administración antecesora, la de Joe Biden, que constantemente cuestionó el autoritarismo en ciernes de Bukele y sancionó a varios funcionarios de Bukele, como Osiris Luna Meza, director general de Centros Penales y Viceministro de Justicia y Seguridad Pública.
Están recorriendo el mismo camino que Venezuela. Empieza con un líder que usa su popularidad para concentrar poder, y termina en dictadura”, advirtió en su cuenta de X Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch.
Por su parte, el subdirector de esa organización, Juan Pappier, recordó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos “ha sido clara sobre los riesgos a la democracia que implica la reelección presidencial indefinida”. Ese tribunal advirtió, en una opinión consultiva de junio de 2021, de “que el mayor peligro actual para las democracias de la región no es un rompimiento abrupto del orden constitucional, sino una erosión paulatina de las salvaguardas democráticas que pueden conducir a un régimen autoritario, incluso si este es electo mediante elecciones populares”.