La señorita Elupita Cordero es considerada la primera Santa Dominicana
Apesar de no ser canonizada por el Vaticano, fue una religiosa solicitada por su servicio a los más necesitados y enfermos
SANTO DOMINGO. -La Primera Santa Dominicana, a pesar de que el Vaticano no la ha canonizado, es la madre espiritual de Sabana de la Mar. Forma parte del grupo de personajes mesiánicos de República Dominicana, junto a Viviana y Liborio.
Conocida como la señorita Santa Elupina, fue una religiosa católica solicitada por su servicio a los más necesitados y enfermos, que según su comunidad tenía el don de sanación. Sectores de la sociedad y de la iglesia católica dominicana la consideran la primera santa dominicana.
Nació en Sabana de la Mar, el 1 de diciembre de 1892. Huérfana a los 7 años, quedó ciega antes de cumplir los 12. Al cerrarse para siempre los ojos del cuerpo, se abrieron los de su espíritu y puso su vida en manos del Señor, éste le comunicó sus dones en forma extraordinaria.
En sus largas horas de profunda oración sintió la alta misión de hacerle presente entre su pueblo y su gente, curando a los enfermos y predicando, por todos los medios su evangelio.
Encerrada de por vida en una estrecha y humilde habitación de 2,5 x 2, suplió desde allí durante muchos años, la carencia de sacerdote y de médico en Sabana de la Mar, llenando ambas labores con entrega admirable y absoluto olvido de sí misma.
Incansable en su obra de bien y santidad, se convirtió en el alma de su pueblo y de todas partes acudían a ella buscando la salud del cuerpo y del alma.
En 1933 el presidente Trujillo, visito el pueblo de Sabana de la Mar y se dice que éste visito a Elupina y se arrodilló a su llegada ante ella.
Reconocimientos:
Existe un museo en su honor, donde se exhiben sus objetos personales. Una capilla con su nombre, un hospital, una calle del municipio, un Centro Educativo y un Patronato de obras benéficas.
Después de 47 años de entrega absoluta y heroica a la Obra de Dios, descansó en su paz el día 4 de junio de 1939, entre el llanto y la veneración de cuantos la conocieron. Hoy su sepulcro, en Sabana de la Mar sigue siendo faro de luz y sigue haciendo milagros de acuerdo con los testimonios de los devotos.