Magistrada Rosalba Ramos: “Nosotros somos drásticos cuando se mata un policía”
SANTO DOMINGO. – La fiscal titular del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, aseguró este lunes que el Ministerio Público es “drástico” con los responsables de la muerte de un policía.
Al ser preguntada sobre las recientes muertes de agentes, Ramos explicó que, en lo que va de año, son 15 los policías que han muerto en diferentes circunstancias.
“Pero hay que ser drásticos, y nosotros somos drásticos cuando se mata a un policía, porque es una persona que está en el ejercicio de su deber”, manifestó.
En ese sentido, recordó el caso de un delincuente llamado Yanger Bello Bautista, alias «Yerba», sindicado como cabecilla de una organización criminal dedicada a la distribución de marihuana en la zona norte de la capital, que amenazó a la familia de un policía.
“Fuimos muy enfáticos. A pesar de que intentó desinteresar a la familia de las diferentes víctimas, el Ministerio Público buscó todos los mecanismos y se logró, en su momento, que se le impusiera prisión preventiva. Luego, él intentó otro mecanismo, pero sigue en prisión”, enfatizó.
Sobre el proceso legal y el arresto de los responsables de las muertes de los 15 policías en lo que va de 2024, la magistrada garantizó que, en el Distrito Nacional, el Ministerio Público “no tolera que se nos mate a un policía, porque nosotros los perseguimos hasta el último momento y los sometemos a la acción de la justicia”.
En cuanto a los agentes acusados de matar a un joven de un disparo en la frente la noche del sábado en el sector Los Ríos, informó que el caso está en proceso de investigación y que no pueden ofrecer detalles hasta tener toda la información y poder someter a los responsables a la acción de la justicia.
Sobre los ocho policías y cinco militares que han muerto este 2024
En lo que va de año, cerca de 10 agentes de la Policía Nacional y cinco militares —tres del Ejército de la República Dominicana (ERD) y dos de la Fuerza Aérea— han perdido la vida a manos de la delincuencia.
Más de la mitad de estos casos ocurrieron en el Gran Santo Domingo, y los protagonistas tuvieron en común el despojo de sus pertenencias, principalmente sus armas de reglamento.
