¡No voltees la hoja!
Por Wendy Carrasco
SANTO DOMINGO. Lo increíble de explicar cómo surgió el titular de este artículo, es porque nace de una situación jocosa y a la vez de una experiencia embarazosa que no podré olvidar.
Me encontraba en una de mis acciones cotidianas como técnica docente de Educación, donde en medio de un grupo de compañeros de trabajo y equipo de gestión de un centro educativo, ubicado en un populoso sector de la Capital, donde realizamos una supervisión, comienzo a tomar anotaciones del proceso en uno de los lados de un papel.
De repente, recordé que, en ese mismo papel, estaba impreso el formato del registro para la toma de asistencia de los participantes. Procedí a voltearlo, e iniciamos el proceso del llenado. De lo que no me percaté fue que solo había espacio para 10 nombres, se completó el documento, y la directora del centro, no había firmado.
De repente, observé que la señora, una mujer trigueña, atenta y muy simpática, como en cámara lenta comienza a voltear el documento para anotar sus datos.
De manera rápida y espontánea, le digo… No voltees la hoja… Pero ya era tarde. Había quedado al descubierto.
Recuerdo que miré a todos alrededor, sentados en una mesa redonda. “Bien sonrojada”, y dije bueno, ya vieron todos los garabatos que hice, pensé que no se iban a dar cuenta, pero por favor, ya no vean más detrás, pueden escribir debajo, y continuar la enumeración.
De ahí en adelante, “no voltees la hoja”, se convirtió en la frase de ese momento, y nos contagiamos de risa al recordarlo.
Realmente, fue penoso para mí, porque en esos espacios de educación, donde relativamente hablamos cada día de implementar la calidad en los procesos pedagógicos y administrativos de los centros educativos del país, y que una “técnico Regional de educación, cometiera tal falta, es chocante.
Admito que es parte de mi naturaleza, buscar soluciones inmediatas, que prácticamente surgen de la nada. O usar la creatividad, que no siempre será lo mejor, pero resuelve.
En la vida, cuando volteamos la página, esperamos encontrar un capítulo nuevo, lleno de esperanzas y colores que alegran nuestra existencia, pero qué sucedería si al voltearla, no tienes lo que deseas.
Aunque lo que esté detrás de la página, no sea exactamente lo que ves en tus sueños, no te detengas. Ponle el sabor a lo que pareciera ser amargo, y carcajadas o lo que de alguna forma te quiere entristecer.
Si te parece que estás en lo correcto y te queda espacio para seguir escribiendo. ¡No voltees la hoja!