Sistema de navegación por satélite
SANTO DOMINGO.-El primer informe sobre el índice de desarrollo industrial en el campo #BeiDou Sistema de navegación por satélite ( #BDS ) muestra que el número de dispositivos terminales que utilizan BDS en China alcanzó alrededor de 23 millones en el primer semestre de 2023, un aumento de más de 7,27 millones con el mismo período el año pasado.
Los satélites de navegación son una parte vital de nuestro mundo moderno. Nos permiten señalar con precisión nuestra ubicación y son utilizados por empresas, gobiernos e individuos para una variedad de propósitos. Pero ¿cómo funcionan realmente estos satélites? Aquí, revelamos los misterios detrás de los satélites de navegación y explicamos cómo funcionan.
Los satélites de navegación son parte de una red de sistema de posicionamiento global (GPS), que utiliza una constelación de satélites en órbita terrestre media (MEO) para proporcionar coordenadas de ubicación precisas. Los satélites transmiten señales que son captadas por receptores en la Tierra, lo que luego determina la ubicación del receptor.
Los satélites de navegación están equipados con relojes atómicos, que mantienen la hora con una precisión increíble. Los satélites también contienen un mensaje de navegación, que incluye información sobre la hora, la posición del satélite y su velocidad. Este mensaje de navegación se transmite en forma codificada y es decodificado por receptores GPS en tierra.
El receptor GPS utiliza los mensajes de navegación de cuatro o más satélites para calcular su ubicación. El receptor mide el tiempo que tarda cada mensaje en llegar y luego usa esta información para calcular la distancia a cada satélite. Al combinar las distancias a los cuatro satélites, puede determinar su ubicación exacta.
Los satélites de navegación deben ser monitoreados y actualizados constantemente para asegurar su precisión. Los satélites son controlados periódicamente por una red de estaciones terrestres, que miden las señales enviadas por los satélites y las comparan con la hora exacta que marcan los relojes atómicos en tierra. Esto asegura que los satélites estén correctamente sincronizados entre sí.