CIUDADES

El 50% de la conversación sobre minería en Latam se enfoca en prácticas ilegales

SANTO DOMINGO. -El 50% de la conversación social en espacios digitales abiertos en la región de América Latina (Latam) hace referencia a prácticas ilegales en el sector de la minería. Es la principal conclusión del informe “Una segunda oportunidad para la minería en LATAM: claves para reivindicar su historia”, elaborado por el equipo de Deep Learning de LLYC en el que se han analizado más de 1.4 millones de mensajes en el ámbito digital en diez países de la región para conocer la percepción sobre el sector.

Para la realización de este estudio, que abarca el periodo comprendido entre el 15 de agosto de 2022 e igual fecha de 2023, se han utilizado técnicas de Big Data y de Inteligencia Artificial (IA). Cambiar la narrativa, humanizar el discurso o salir del cliché de la sostenibilidad son algunas de las claves que recoge el documento como posibles vías para que la industria extractiva mejore su reputación y proyecte su valor.

En el caso de la República Dominicana, el 58% de la conversación alrededor de la minería ilegal es negativa, siendo este porcentaje el segundo más bajo entre todos los países estudiados, por detrás de Chile. La principal temática abordada sobre minería ilegal es la persecución de esta actividad. En la data sobre el país se refleja que el gobierno dominicano ha intensificado los esfuerzos para perseguirla en los últimos años, pero esta sigue siendo un problema importante.

El informe realizado por LLYC llega a las siguientes conclusiones:

La minería ilegal lidera la conversación social: el 50% de las menciones sobre el sector se refieren a la minería ilegal, lo que refleja su profunda penetración en la conciencia pública y su estrecha relación con la industria en general.

Dos protagonistas inciden en la negatividad: tanto los gobiernos como la propia industria minera profundizan imaginarios que no favorecen un posicionamiento positivo del sector.

El medio ambiente como bandera política: el impacto de la minería se ha convertido en un tema electoral y en un punto central en la gestión gubernamental, tanto a nivel local como nacional.

El sector se comunica en círculos cerrados: la industria enfrenta el desafío de comunicarse principalmente dentro de su propia esfera, con un impacto mínimo y predominantemente negativo en la conversación pública.

Circunstancias propias de América Latina profundizan los estigmas: la corrupción, la violencia y el narcotráfico, entre otros problemas regionales, se asocian a la industria minera debido a la ilegalidad de algunas actividades.

La minería sostenible, un antídoto insuficiente: a pesar de su importancia, la minería sostenible representa solo el 2% de la conversación total, y su mensaje positivo se limita en gran medida al mismo círculo de influencia.

Para Iban Campo, Director General de LLYC Santo Domingo, “estos hallazgos muestran la complejidad de los desafíos que enfrenta la industria minera en América Latina, en términos de percepción pública. Es evidente que la industria, y aquí hago énfasis en la República Dominicana, que tiene algunas peculiaridades, necesita un enfoque estratégico para abordar estos temas y comunicar de manera efectiva su contribución al desarrollo sostenible y responsable, lo cual es posible a través de varias claves que planteamos en este estudio”.

Desde LLYC, se ofrecen algunas recomendaciones para ayudar a reenfocar la historia de esta industria. Una de ellas está en corregir una tendencia pasiva en la comunicación y apostar por la proactividad. También es fundamental cambiar la narrativa, salirse del cliché de la sostenibilidad, humanizar el discurso, activarlo mediante otras vías y dirigirse a todos los públicos, incluidos los detractores.

Más datos sobre RD

Dejando a un lado la minería ilegal y abordando el sector en su conjunto, cabe mencionar dos hallazgos para el país que se encuentran en la data específica sobre él como anexo al informe. Por un lado, el 27% de la conversación alrededor de la minería es negativa (el cuarto porcentaje más bajo entre los 10 países estudiados), el 13% positiva (el segundo porcentaje más alto entre los 10 países estudiados) y el 60% neutral.

Por el otro, cabe destacar el equilibrio del sentimiento sobre la minería sostenible en el país. De acuerdo con la investigación de LLYC, el 17% de la conversación alrededor de la minería sostenible es negativa, el 15% positiva y el 68% neutra.

Algunos de los temas reflejados en dichas conversaciones tienen que ver con la preocupación por el daño ambiental causado por las actividades mineras. En el lado positivo, se valora la importancia de prácticas mineras responsables y el reconocimiento y promoción de la minería responsable como contribuyente al desarrollo económico y la creación de empleo.

Pero también se conversa sobre las oportunidades que tiene el país en términos de inversión sostenible con énfasis en redes inteligentes y minería responsable y la relación entre minería y energía. En este aspecto, lo más destacado es lo planteado en términos de planificación institucional posible para la eficiencia energética en relación con la minería, algo que abarca aspectos como la mejora del servicio eléctrico, lo cual está directamente vinculado con el tema de la transición energética.

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