CIUDADES
El Mindfulness en el Aula y Sus Beneficios
“Entiendo mi mente y controlo mi cuerpo”
El mindfulness o conciencia/atención plena es una técnica de relajación asociada a una actitud más distendida ante la vida. Consiste en estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse o rechazar, en alguna forma, la experiencia. Para muchas personas se ha convertido en una práctica diaria para utilizar como recurso en cualquier situación y en cualquier momento, y así alcanzar una concentración plena tanto a nivel mental como corporal y ambiental. Con todo, el mindfulness en el aula ofrece múltiples beneficios.
La función de esta en el entorno educativo es sacar el máximo provecho al proceso de aprendizaje, en el que la atención plena contribuye a que tanto maestros como alumnos reduzcan el estrés, aumenten su atención y concentración y, además, puedan tener un mayor control emocional.
En lo que más se enfoca la técnica del mindfulness en el aula es en la atención plena, ya que ayuda al profesorado a gestionar el estrés de una forma muy eficaz. Por su parte, los alumnos consiguen beneficios rápidamente, pues necesitan tan solo unos minutos al día para lograr resultados positivos a nivel emocional y académico.
Ventajas:
1. Control emocional
2. Reducción del nivel de estrés
3. Fortaleza los procesos cognitivos (atención, memoria, concentración)
4. Incrementa el rendimiento académico
5. Aumenta el espíritu de superación
Cuándo Implementar el Mindfulness en el Aula
· Después de una actividad intensa y movida, como juegos al aire libre, se recomienda hacer el ejercicio inmediatamente después de llegar a clase para calmarse y recuperar la calma. Primero, el maestro les pide a los estudiantes que se sienten cómodamente y descansen. A continuación, se realizan ejercicios de respiración durante uno o dos minutos. En ese breve tiempo deben dejarse guiar e ir cumpliendo con los mandatos que se indican.
· Otro ejercicio muy efectivo es visualizar mientras respiras un lugar familiar o imaginario donde te sientas completamente relajado. El estudiante se pregunta cómo se ve el sitio o cómo se siente. La calma se consigue en muy poco tiempo respirando lentamente y observando cómo se mueve el estómago con la respiración.
Aplicar técnicas de mindfulness en el aula es muy útil, pero no fácil. Para ello es importante el tiempo, la voluntad y la participación de toda la comunidad educativa.