De opinión
El Doctor Julio Cuevas le responde al DR. Geraldo Roa Ogando, Decano de la Facultad de Humanidades de la UASD
Por Julio Cuevas
He leído con detenimiento la respuesta que usted le ha dado al reclamo de que asuma mi “Evaluación de Profesor Titular, a Profesor Meritísimo” y, le agradezco su atención, aunque no comparto el enfoque dado a la información, por varias razones, entre ellas, la de referirse al hecho de que yo “le solicito a usted que me promueva a profesor Meritísimo”, eso no es así, yo estoy reclamando, solicitándole o exigiéndole, al amigo Decano que asuma mi caso y el caso del Dr. Manuel Matos Moquete, y los presente ante la asamblea de la Facultad, para ser evaluados como Profesores Meritísimo.
En lo referente al caso del doctor Matos Moquete, si bien es cierto que se ha aprobado que los profesores que ganan el “Premio Nacional de Literatura”, son promovidos, automáticamente, como Profesores Meritísimos, le recuerdo que Matos Moquete ganó ese premio en el año 2019, y, a la fecha, ningún organismo le ha oficializado esa bien ganada distinción. Es el momento de corregir ese desatino, contra un académico que hoy engrandece a nuestra literatura nacional.
En tres (3) años, todavía no han oficializado esa bien ganada distinción al doctor Manuel Matos Moquete. ¿Y entonces, cuál es la excusa? ¿Es esa la forma de que la Facultad de Humanidades y nuestra Academia, sigan tratando a los humanistas NO politiqueros? ¡¡De por Dios, “eso da vergüenza ajena”!! Como dicen en mi campo.
Volviendo a mi exigencia, no estoy “pidiendo” una distinción, ni un reconocimiento, sino reclamando un derecho y que cumplan con lo que establece el Estatuto Orgánico de nuestra academia.
Gracias a Dios, poseo los más valiosos reconocimientos que la vida me ha sabido dar: Vivir con la frente en alto; sin estar en ningún expediente por robo o engaño al Estado Dominicano; con una familia honesta y orgullosa de convivir entre el bien pensar, la creatividad, la lectura y el compartir de saberes, entre “La sabinera-1 y 2”, rodeado de cactus, debajo de los rayos candentes de mis tabardillos.
Mi mayor reconocimiento me lo ha dado el pueblo de Neiba y su gente. No necesito más reconocimientos. Pero exijo que respeten mis derechos personales y académicos, porque he cumplido y sigo cumpliendo con mis deberes.
Los derechos no se piden, se arrebatan y se defienden. Y estoy en eso.
Hablo de esa forma, para que ahorita no aparezca algún politiquero de la UASD, alegando que deben llevarme a un “Consejo de disciplina”, por tratar estos “Asuntos Internos”, de manera pública.
Si deciden llevarme a un Consejo Disciplinario, se lo voy a agradecer, porque me darán la gran oportunidad de “cantarles su rosario”. No olviden que yo corregí el “Manual de Procedimientos Técnicos de la Dirección de Recursos Humanos Académicos”, en el año 2018, y lo domino muy bien, así como domino muy bien, el Estatuto Orgánico de la UASD y las leyes referentes a la defensa de los derechos de los ciudadanos, en una sociedad que dice ser “democrática”.
Yo estoy en este reclamo silencioso, y de manera decente, desde año 2018, y cuando el hoy decano de la Facultad de Humanidades, era el director de la Escuela de Letras, él fue que tramitó mi expediente al Consejo Ejecutivo de la Facultad de Humanidades (2018), y tramitaron mi expediente, junto a los de otros cuatro académicos de Humanidades, sin obtener ninguna respuesta. (Ver anexo, oficio del entonces Decano de Humanidades, Mtro. Ramón Rodríguez).
Según estipula el Art. 80 del Estatuto Orgánico, el profesor meritísimo es aquel que, además de sobresalir en la docencia, investigación y la creación profesional, realiza una obra ejemplar, dentro y fuera de la Universidad, en beneficio del progreso universitario y de la cultura nacional. La designación del profesor meritísimo está sujeta a la disposición contenida en el literal (i) del artículo 34 del Estatuto Orgánico, el cual dice:
“Nombrar, con calidad de meritísimo, a los profesores titulares de relevante labor, con un mínimo de diez años de docencia, previo informe de la Asamblea de Facultad correspondiente. Los profesores meritísimos serán investidos en un acto académico solemne y podrán continuar sirviendo a la universidad”.
Desde el 7 de diciembre del 2011, yo soy Profesor Titular (Ver copia del certificado de reconocimiento del Honorable Consejo Universitario, dirigido por el hoy difunto, maestro Mateo Aquino Febrillet, que Dios lo tenga en su Reino).
Ya esto no es una cuestión de promesas y de presiones o que me estoy valiendo de la imagen del maestro Matos Moquete, no señores, antes del caso de mi maestro, amigo y compueblano, Doctor Manuel Matos Moquete, yo tenía 4 años exigiendo mi derecho académico en la UASD, a través de las instancias pertinentes, y ahora quieren que yo vuelva a “reiniciar el proceso”, lo cual es una vagabundería Administrativa, porque en la UASD, ningún expediente debe “perderse”, a menos que el tigueraje del reparto y el porcentaje de la politiquería farandulera, así lo hayan decretado.
Respeto la posición de los hipócritas intelectuales que no reclaman sus derechos, en este país de actores y actrices canallas. Aquí… nada me han regalado: Todo lo he tenido que exigir y defender, con honestidad y coraje, para ejemplo de mi familia. Yo no pertenezco a ese falso linaje, vengo del campo y pienso y actuó como un campesino, como un cimarrón sureño.
Le reitero al amigo y colega, hoy Decano, asumir mi caso y someterlo a la asamblea de la Facultad de Humanidades, para que determine su evaluación pertinente, soy del área académica desde 6/6/1979, y estoy impartiendo docencia en el cuarto nivel, desde el año 1997. Y no me obliguen a hablar de la Carrera académica de Postgrado, esa es otra una tarea pendiente de organizar. (¿?).
En mi currículum tienen los libros publicados y los grados alcanzados. En la actualidad soy el coordinador de la segunda Cohorte del ÚNICO doctorado ENDÓGENO de este país, del cual, el recién 28 de octubre, se graduaron en la UASD, los primeros siete doctores, de los cuales, tres (3) fueron asesorados por mí.
Asuman su responsabilidad de hacer cumplir lo que dice el Estatuto Orgánico de la UASD, porque de no hacerlo, seguiré con mi bate espiritual, exigiendo que respeten mis derechos personales y académicos, con mi bate espiritual en las manos, con la mocha de un cimarrón llamado Juan Sebastián Lemba y con la lanza sureña del sublevado “Enriquillo”.
Con mi afecto y cariño de siempre,
Dr. Julio Cuevas
Código: 792011.
Profesor Titular de la Escuela de Letras y Coordinador del doctorado en Humanidades y estudios sociales y culturales del Caribe (Hasta marzo del 2023).
Nota:
Ver anexos:
Oficio del 2018, desde el Decanato de Humanidades, remitiendo mi expediente a OPAC. -Copia del reconocimiento que me hace el honorable Consejo Universitarios, por ser Profesor Titular, desde el 97 de diciembre del 2011. Tengo casi tres (3) años, del tiempo que exige el Reglamento de promoción de OPAC (10 años y ya tengo 12 años, como Profesor Titular). Exijo que respeten mis derechos académicos y que cumplan con lo estipulado en el Estatuto Orgánico. Qué les parece?
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