¿La infidelidad se puede contagiar entre amigos?
El entorno con el que te mueves no te va a convertir en infiel obligatoriamente, pero sí puede dar un impulso, dejando a un lado los valores morales para sucumbir a la tentación
¿Se puede contagiar la infidelidad? Un nuevo estudio publicado en ‘Archives of Sexual Behavior’ subraya el poder que tiene nuestro entorno para que las personas sean susceptibles de considerar alternativas románticas: “Un entorno en el que se da la impresión de que la infidelidad es aceptable puede llevar a que las personas se inclinen hacia alternativas atractivas. Saber que otros tienen aventuras puede hacer que las personas se sientan más cómodas al considerar tener aventuras”, informaron.
Por supuesto, los entornos en los que prevalece la infidelidad no necesariamente convierten a las personas en infieles, aclararon, pero si alguien es vulnerable al engaño o tiene oportunidades para ser infiel, el entorno puede dar un impulso adicional, dejando a un lado los valores morales para sucumbir a las tentaciones. Para comprender mejor el fenómeno, los autores exploraron si la exposición a historias sobre infidelidades disminuirían el compromiso con la pareja actual.
Se dividió en tres estudios que expusieron a los participantes involucrados románticamente al comportamiento infiel de otros. A esto le siguió el registro de las reacciones de los participantes mientras pensaban o interactuaban con otras personas atractivas. Así se mostró que después de la exposición a los actos deshonestos y el comportamiento infiel de los demás, los participantes experimentaron un menor compromiso con su relación actual y expresaron un mayor deseo de tener parejas alternativas.
La conclusión es que hay entornos que pueden efectivamente fomentar la infidelidad y que podrían justificar malos comportamientos como menos inmorales, lo que a su vez ayuda a descartar la confusión moral que pueden provocar las metas a largo plazo que respaldan los valores morales y las tentaciones a corto plazo. Sin embargo, existen diferencias en la susceptibilidad de las personas para percibir tales normas y comportarse de acuerdo con ellas. Investigaciones anteriores han demostrado que varias características de la personalidad, como el neuroticismo, el narcisismo y las inseguridades del apego, hacen que las personas sean más propensas a involucrarse en aventuras fuera de su relación comprometida. Otra investigación sugiere que la infidelidad se predice por niveles más altos de neuroticismo y niveles más bajos de religiosidad.
Aunque no hubo diferencias de género en el estudio, en la medida que los hombres y las mujeres experimentaron interés en otras personas después de la exposición a las normas de infidelidad, los investigadores encontraron que los hombres mostraban menos compromiso con su relación actual. Los autores ofrecieron algunas pautas para aquellos que luchan contra la tentación de engañar:
Las parejas en relaciones monógamas que viven en un entorno en el que la infidelidad es aceptable pueden buscar asesoramiento que vuelva a centrar la atención en la pareja principal. El asesoramiento y la terapia de pareja han demostrado ser útiles para intensificar el deseo sexual y el vínculo emocional.
Es importante que las personas sean conscientes del poder de las situaciones y del impacto que pueden tener en la toma de decisiones en el ámbito íntimo.
Algunas personas encuentran el éxito utilizando estrategias de protección de relaciones, como ignorar a los pretendientes o percibirlos como menos atractivos de lo que realmente son. También es importante tener en cuenta tus influencias sociales. Asociarte con personas de tu comunidad que estén comprometidas con sus parejas puede ayudar a reforzar tu propio nivel de compromiso.