MEXICO.– Más de un centenar de ciudadanos haitianos se manifiestan en Ciudad Juárez, Chihuahua, para demandar a autoridades mexicanas cooperación para asilarse en Estados Unidos.
La manifestación tiene su origen en la iniciativa de la Iglesia Católica de abrir un libro con firmas para entregarlo a autoridades de migración mexicana y que estas, a su vez, lo hagan llegar a las estadounidenses.
Los haitianos se aglomeraron frente a la catedral para exigir sean anotados en el registro, indicó Eduardo Hayen Quarón, párroco de la iglesia mayor, quien reveló que en las últimas semanas el Consejo Estatal de Población (Coespo) ha ayudado a que migrantes centroamericanos crucen a Estados Unidos.
Sin embargo, a los haitianos no los están considerando y eso los molestó mucho, por ello, la iglesia reinició el registro y se está haciendo una lista para enviarla al gobierno y a Migración.
Dijo que hace más de un mes están llegando haitianos a la ciudad, y ahora el problema se ha vuelto bastante agudo, sobre todo porque se les informó que solamente podrían registrar a 50 personas.
Hayen admitió que hay desesperación entre esa comunidad por la falta de respuesta humanitaria. El viernes, personas de todas las edades, incluso mujeres con bebés o embarazadas, llegaron desde temprano y formaron una fila bajo los intensos rayos del sol con la esperanza de recibir ayuda que les permita entrar de forma legal a Estados Unidos.
Sin embargo, eso va a ser casi imposible porque un juez federal en Luisiana impidió que el gobierno de Joe Biden ponga fin al Título 42, una restricción impuesta por el expresidente Donald Trump que niega a los migrantes la posibilidad de solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.
La disposición se aprobó con el argumento de evitar la propagación del Covid-19 y cuya vigencia concluía el 23 de este mes.
La orden nacional emitida por el juez de distrito Robert Summerhays implica que las restricciones permanecerán vigentes en la frontera mientras avanza el litigio.
Biden mantuvo el Título 42 a pesar de las preocupaciones de los expertos médicos, la ONU y miembros de su propio partido, que dijeron que las expulsiones ponían en peligro a los migrantes vulnerables y no era realmente útil, según la ciencia, para frenar los contagios. Ahora presuntamente intenta cancelarlo pero se lo están impidiendo.