Estados Unidos apoyó en la reapertura de servicios de salud y creación de protocolo de salud ante crisis COVID-19
Con miras a una reapertura gradual y segura de la actividad económica del país, en abril del pasado año el Ministerio de Salud Pública solicitó asistencia técnica al Gobierno de los Estados Unidos para la elaboración de un documento con las pautas y lineamientos estándares mejorados para la prevención y control del COVID 19 hacia una normalización y reintegración del personal de salud a las actividades económicas, garantizando entornos seguros y control de riesgos.
Con estos fines, se creó un grupo de coordinación y trabajo técnico conformado por el Ministerio de Salud Pública, el Gobierno de los Estados Unidos a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otras instituciones del sector público de salud. El equipo de consultores de la organización no gubernamental Gestión e Innovación en Salud (GIS) trabajó junto a los técnicos multidisciplinarios del Ministerio de Salud y las Agencias de cooperación en el desarrollo por etapas del documento de normalización.
El Gobierno de los Estados Unidos, a través de sus CDC y USAID ofrecieron apoyo esencial en la elaboración de planes de apertura llamados “lineamientos para la normalización de la provisión de los servicios de salud ante la pandemia del COVID-19”, a través de asistencia técnica continua y poniendo a la disposición material de apoyo, el cual fue utilizado como base para la redacción de los borradores de estos lineamientos. Posteriormente, el Gobierno de los Estados Unidos siguió el acompañamiento revisando estos borradores, compartiendo el protocolo implementado en los Estados Unidos, así como de otros países, lo cual permitió al Gobierno dominicano conocer mejores prácticas y adaptar el plan a las condiciones específicas del país.
La doctora Bianca Álvarez, epidemióloga de los CDC en la República Dominicana, quien lideró los esfuerzos de la institución en esta área, asegura que “la elaboración de esta guía fue testimonio de un gran esfuerzo de parte del Ministerio de Salud en conjunto con los diversos consultores que incluyeron OPS, USAID y nosotros como CDC. Fue una experiencia excepcional trabajar de mano con colegas de diferentes áreas en un asunto de tanta importancia como es la reapertura de servicios de salud durante una pandemia global”.
La doctora Claudia Valdez, quien dirige la entidad Gestión e Innovación en Salud (GIS), responsable de la elaboración de estos lineamientos expresa que “fue un placer poder compartir esta experiencia, la cual fue un excelente trabajo de coordinación y de muy alto nivel técnico entre varias agencias”.
Estos lineamientos generales sintetizan la mejor evidencia disponible para la prevención y control de la transmisión de la COVID-19 en las instituciones del sector salud. Las medidas sanitarias recomendadas enfatizan las acciones operativas que las instituciones del sector público y privado de la salud deben de asumir para minimizar los riesgos de contagio en su entorno laboral y garantizar servicios a la población vulnerable.
Protocolos para los trabajadores de salud y los centros de salud ante COVID-19
En las primeras semanas del impacto de la pandemia en el país, el Gobierno de los Estados Unidos, a través de los Centros para prevención de enfermedades (CDC), apoyó al Gobierno dominicano en la creación de protocolos para la prevención de contagio por el virus en trabajadores de salud, y en el caso de contagio, la eficaz identificación y seguimiento a estos casos. Asimismo, los CDC proporcionaron las pautas para la elaboración de protocolos para el seguimiento de los centros de salud, para tener control y asegurar las condiciones apropiadas en equipamiento y materiales, a favor de que el país tenga la capacidad de ofrecer servicios de salud eficientes para hacer frente a la pandemia.
Estos protocolos se llevaron a cabo a través del diseño de formularios de control, los cuales se realizaron con el acompañamiento del personal especializado del Gobierno de los Estados Unidos, a través de sus CDC, quienes también facilitaron modelos de referencia para estos controles en los EE.UU.
De manera similar, la experiencia de los CDC aportó en el proceso de manejo estratégico de recursos para enviarlos a las zonas de mayor necesidad sanitaria, ante el riesgo de saturación del sistema de salud a causa de gran cantidad de contagios.
El apoyo técnico de los CDC constituyó la solidaridad presencial de sus especialistas por un mes, y retroalimentación y seguimiento por dos meses, hasta lograr los documentos finales.